Bilbao es, sin duda, un destino de moda. Museos, monumentos y una gastronomía incomparable hacen de esta ciudad una de las más atractivas de España para una escapada de fin de semana. En este post te dejo los imprescindibles que debes visitar si tienes planteado un viaje a esta ciudad del País Vasco.
El Guggenheim
Con el Museo Guggenheim empezó todo… Hasta los 90 Bilbao era una ciudad industrial y gris con pocos atractivos para los turistas. El empeño de las autoridades locales en abrir en Bilbao una sucursal del famoso Museo Guggenheim de Nueva York tranformó para siempre la ciudad en un caso paradigmático bautizado con el nombre de «Efecto Guggenheim». Gran parte del éxito es el proyecto arquitectónico del museo, obra del canadiense Frank Gehry. Llama la atención su forma exterior, emulando la de un barco sobre la Ría y en diálogo con el cercano Puente de la Salve, su revestimiento metálico con forma de escamas que va cambiando de color según incide en él la luz y las esculturas exteriores como la Araña de Louise Bourgeois o Puppy, el icónico perro formado con flores de temporada que da la bienvenida a los visitantes.
Es recomendable reservar previamente entradas si piensas acceder al museo porque hay momentos del año en los que es difícil conseguirlas. La entrada no es barata, en torno a los 18 euros, pero vale mucho la pena. Esperaba un museo de arte contemporáneo «duro», árido y de difícil comprensión. Pero las colecciones del Museo, que cambian continuamente en algunas partes, muestran piezas amables, interactivas y de fácil comprensión para todos los públicos. Impresiona la inmensa instalación de Richard Serra para la colección permanente. Te recomiendo reservar al menos 2 ó 3 horas para visitar el museo tranquilamente.
Una ciudad para frikis de la arquitectura
El edificio de Frank Ghery para el museo fue solo el punto de partida para la transformación arquitectónica de la ciudad que cuenta con numerosos ejemplos de arquitectura de autor que hacen las delicias de los frikis de la arquitectura como nosotros. A dos pasos del Museo, está el polémico Puente Zubizurri de Santiago Calatrava y las grandiosas Torres Isozaki, que se levantaban sobre el antiguo Depósito Franco. Desde el lateral del museo también se puede ver la Torre Iberdrola, obra del arquitecto argentino César Pelli.
Alejándonos de la Ría hay otros interesantes ejemplos de arquitectura contemporánea como La Alhóndiga, un antiguo almacén de vino transformado en un espectacular centro cultural y deportivo que es de mis edificios favoritos de Bilbao. Cuando cruzas la puerta accedes a un enorme patio cubierto en torno al que se distribuyen los distintos espacios. Mira al techo y verás que la cubierta de cristal es el fondo de la piscina que está en la terraza. Vale la pena subir a la Biblioteca/mediateca, curiosear en tienda especializada en diseñadores y artesanos del País Vasco o bajar a la sala de exposiciones temporales del sótano. Justo en frente de la Alhóndiga hay otro edificio muy llamativo, el de la Delegación Territorial de Salud del Gobierno Vasco.
El Museo de Bellas Artes
El Museo de Bellas Artes de Bilbao es otro de los referentes culturales de la ciudad. En este momento se encuentra en un proceso de obras de ampliación capitaneado por el arquitecto británico sir Norman Foster. Mientras concluyen las obras el edificio histórico del museo acoge una exposición que recorre los más de 100 años de Historia del Museo a la vez que nos muestra lo más granado de su colección con obras de artistas vascos pero también con piezas maestras de autores como El Greco, Goya, José Ribera, Soroya, Gaugin, etc.
Las Siete Calles
El Casco Viejo de Bilbao es conocido como las Siete Calles precisamente por estar conformado por literalmente 7 calles perpendiculares a la Ría de Bilbao y que supusieron el gérmen medieval de la ciudad. El acceso más común a esta zona es através del Puente del Arenal en torno al que nos reciben dos edificios muestra del pasado esplendor burgués de la ciudad: la estación de la Concordia y el Teatro Arriaga. Desde el Teatro lo usual es brujulear por las callejuelas en dirección a la porticada Plaza Nueva o a la Catedral de Santiago. Desde ahí se puede bajar al Mercado de la Ribera y la Iglesia de San Antón, que constituyen el auténtico origen de Bilbao. Muy recomendable cruzar el Puente de San Antón para ver la fotogénica imagen del mercado y la iglesia desde la otra orilla.
Las mejores vistas
Si lo que te gustan son las vistas panorámicas te recomiendo acercarte hasta la Plaza del Funicular, a dos pasos del puente de Calatrava y tomar este medio de transporte que te subirá hasta el mirador de Artxanda, desde el que obtendrás las vistas más espectaculares de la ciudad.
Comer en Bilbao
A nuestro paso por Bilbao probamos algunos sitios que nos encantaron y que te recomendamos en este post. En la Plaza Nueva tomamos unos pinchos en Gure Toki y nos encantó. En el Ensanche fuimos también de pinchos a dos sitios muy top: el elegante Café Iruña (que a pesar de ese nombre tenía unos pinchos increíbles) y el más informal El Globo.
Si, por el contrario, pasas de pinchos y lo que quieres es darte el homenaje de un buen chuletón, un autóctono nos recomendó Kerren Asador, que no nos decepcionó.
Cómo llegar desde el aeropuerto
El aeropuerto de Bilbao, un proyecto de Santiago Calatrava, es otro de los emblemas arquitectónicos de la ciudad. Nada más salir de la terminal te encontrarás la parada de la línea 3247 que en menos de media hora te deja en pleno centro de Bilbao y que cuesta menos de 3 euros. Incluso si compras la tarjeta recargable «Barik» te puede salir más económico.
¿Qué más puedo ver?
Aunque la opción complementaria natural a vistar Bilbao es acercarse a la elegante San Sebastián o seguir explorando los atractivos de Vizcaya y su costa, en nuestra escapada no disponíamos de vehículo propio así que lo más cómodo para nosotros fue hacer una excursión de un día a Vitoria Gasteiz. En este post te cuento lo fácil que era ir a la capital de Euskadi desde Bilbao en autobús y lo que nos gustó esta ciudad verde: Vitoria, la ciudad verde.
AdrianYanez.es 