Tarragona es un interesante destino de fin de semana. A poco más de una hora de Barcelona (y bien comunicada por tren con Zaragoza, Madrid o Sevilla), tiene el tamaño justo para exprimirla en un par de días. Su oferta cultural, pero también la gastronómica, hacen de ella una ciudad muy atractiva.
Si por algo es famosa Tarragona es por su pasado romano. Tarraco fue una de las primeras fundaciones romanas en la Península Ibérica y su esplendor como capital de la Hispania Tarraconensis se hace muy evidente al pasear por la ciudad. El impresionante Anfiteatro con vistas al mar, pero también los restos del Teatro y del Circo, pueden verse desde el exterior o explorarse en profundidad comprando la entrada conjunta a todos los restos arqueológicos que se adquiere en el completo Museo de Arqueología de Tarragona.
Si te interesan otro tipo de museos, te recomiendo visitar la Casa Canals, un precioso palacio del siglo XIX, que además de conservar el salón de baile, dormitorios y estancias artistocráticas de sus antiguos propietarios, acoge en la segunda planta el Centro de Artes Contemporáneas de Tarragona (el Medol), que acoge interesantes exposiciones. Muy cerquita de él está también el Museo de Arte Moderno de la Diputación.
Pero si hay una visita estrella en Tarragona es la de su Catedral. Explorar las típicas callejuelas del barrio medieval que la rodea y visitar su interior, con el claustro y el museo catedralicio, te llevará al menos dos horas. Por detrás de la Catedral me quedé con las ganas de ver la Capilla de San Pau, que tenía muy buena pinta.
Muy cerquita de la Catedral, la zona de la Muralla Romana de Tarragona, el Campo de Marte y el Paseo Arqueológico, ofrecen un agradable paseo. Además, en el límite entre la ciudad antigua y la moderna está la Rambla Nueva, con los edificios del Teatro o el Centro Cultural de Caixaforum, con interesantes exposiciones. Al final de la Rambla Nova, el Balcón del Mediterráneo, con las mejores vistas costeras de la ciudad. El Ayuntamiento de Tarragona, en la Plaza de la Font, se puede visitar para asomarse a la escalinata y los patios laterales.
¿Dónde comer en Tarragona?
Probamos a fondo la oferta gastronómica de la zona, así que os dejamos una pequeña lista de recomendaciones. Para el desayuno lo mejor es ir a la zona del Mercado, que además es un edificio precioso para visitar.
Para comer uno de mis favoritos fue El Solet, muy agradable y a muy buen precio, junto a la Catedral. Para cenar Al Padri, un local acogedor y todo muy rico. También nos recomendaron La Cuineta, aunque no llegamos a probarlo. En la Rambla Nueva, junto al Teatro, nos gustó mucho Capuccino que desde el exterior puede parecer un bar del montón, pero la comida estaba riquísima, a un precio excelente y con un trato exquisito. Fuera del centro, en el Puerto, alucinamos con Selvático, un sitio superagradable, con tapas de diseño vistas al mar y con ostras a 1 euro los viernes.
En definitiva, no te pierdas Tarragona y todo lo que te puede ofrecer.
AdrianYanez.es 