
La pregunta es: ¿es bueno despojarse de ese traje? Volverse transparente… ¿ante quién? La sociedad valora la transparencia en una persona. Siempre se ha dicho que las personas complicadas, enrevesadas y con doble fondo no eran de fiar. Transparencia se ha asimilado con bondad. Y cuando hablamos de una persona simple, afable y bonachona tendemos a decir: «es lo que ves, no oculta nada más». Pero la simpleza a veces viene unida a la estupidez… Y también a veces ser transparente es sinónimo de ser invisible, que nadie te vea porque no esperan descubrir nada nuevo en ti.
A todos nos gusta el misterio. Una persona que no se muestra a pecho descubierto desde el primer minuto si no que va haciéndose el interesante y desprendiendo información con cuentagotas acaba fascinandonoos. Es como picar un anzuelo y querer saber cada día un poquito más. No nos gusta que nos pongan las cosas fáciles. También es verdad que si una vez que cae el traje, si quiera la primera capa, si la esencia que envuelve no es interesante, el mito cae rápidamente. Pero todos nos creamos ante otras personas una apariencia con la que ocultamos nuestra trans-apariencia, digo… ¡transparencia!
Soy consciente de que este blog me hace más transparente, que hace caer alguno de los velos de mi misterio, que para algunas personas no es tal, porque en el fondo no dejo de ser alguien bastante transparente, aunque no simple. Soy tremendamente complejo, ni yo mismo he llegado a entenderme del todo. Solo espero que el volverme menos misterioso y más transparente no me vuelva invisible. Quizás mostrarse desnudo ante el mundo no sea tan malo. Confío en que todo lo que oculta ese traje de apariencia, que la esencia de mi mismo sea tan buena que no os importe todo lo demás.