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Fernando I, emperador nacido en España |
Todos conocemos la figura de Carlos I de España y V de Alemania. Sin embargo, es menos conocida la historia de su hermano, el infante Don Fernando, que siguió el camino inverso de Carlos. Ambos hermanos eran hijos de Felipe el Hermoso y Juana la Loca. Carlos nació en Gante donde fue criado por la familia de su padre hasta que fue proclamado rey de Castilla y Aragón. Fernando, en cambio, había nacido en España, donde fue criado por su abuelo Fernando el Católico, que hasta el último momento se pensó aquello de desheredar al mayor y nombrar rey al pequeño. Pero finalmente es Carlos quien reclama el trono. Llega a España sin hablar una palabra de castellano y rodeado de colaboradores, por cierto borgoñones y alemanes, a los que pretendía dejar al mando mientras él reclamaba la corona imperial. Los españoles no entendíamos la manera de gobernar de los alemanes y así lo señala un caballero castellano en las Cortes de la Coruña de 1520:
«Ahora ha vuelto a España la gloria que tiempos pasados estuvo dormida. Dicen los que escribieron el loor de ella que cuando las otras naciones enviaban tributos a Roma, España enviaba emperadores. Envió a Trajano, a Adriano y Teodosio y ahora vino el imperio a buscar emperador a España, y nuestro Rey de España es hecho por la gracia de Dios, rey de Romanos y emperador del mundo.»
Finalmente, Carlos, comprendió que para gobernar un reino tan levantisco como el nuestro no podía hacerlo desde fuera y decidió quedarse a vivir entre nosotros. Para evitar a su hermano la tentación de querer hacerse con la corona española lo casó con una princesa centroeuropea y lo mandó bien lejos.
Dedicado a mi prima María y a su familia, que son un puente entre España y Alemania, dos pueblos que hablan idiomas distintos, pero que están condenados a entenderse.