(Este Post se publicó en el Blog de Show Advisor. Puedes leer el post original aquí)
Alguien dijo alguna vez que las redes sociales se han convertido en el sustituto de la máquina de café. Hace algunos años, para poder comentar el programa o la serie de televisión que vimos la noche anterior, teníamos que esperar a la mañana siguiente. En ese ratito de descanso del oficinista, junto a la máquina de café o de agua, comentábamos con nuestros compañeros aquella escena o aquel “momentazo” televisivo. En la era de las redes sociales, tenemos en una mano el mando de la tele y en la otra nuestro móvil. Esto nos permite comentar en directo qué nos parece lo que estamos viendo.
Pero, ¿qué ocurre cuando vamos al teatro o al cine? La mayoría de estos espacios mantienen la prohibición de usar nuestros dispositivos móviles durante las representaciones. Eso no impide que muchos asiduos de Twitter y Facebookse conviertan en críticos culturales por un día nada más terminar el espectáculo.
En nuestra comunidad, contamos con auténticos “influencers” de las artes escénicas. @MartaCarrasco4 es periodista y crítica de danza y cuenta con casi 4.000 seguidores en su cuenta de twitter. Asomarse a sus tweets es como hacerlo a una ventana con vistas a lo mejor de la escena en Andalucía. También @doloreslobillo nos demuestra cada día que existen muchas maneras de tejer redes en el teatro, desde su trabajo en la sastrería teatral, a sus proyectos #Cultura18y @redescenica. Hay quien ha hecho de los 140 caracteres un nuevo palo del flamenco, es el caso de la periodista@silviacruz_news.
De la misma manera, algunas instituciones se han puesto las pilas en esto del Social Media. Uno de los ejemplos más significativos es el Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía, que a través de su cuenta de twitter (@Cdaea) hace un trabajo excepcional de divulgación de sus fondos y las actividades que desarrollan.
Analizar las redes sociales de las salas andaluzas da para una tesis doctoral. Acercarnos al ejemplo de gigantes como el Teatro Real de Madrid (@Teatro_Real) con más de 77.000 seguidores en twitter, el Teatro de Bellas Artes de México (@Gente_de_Teatro) , con 64.000 followers o el Teatro Colón de Buenos Aires, parece un imposible. La mayoría de las salas andaluzas, tanto públicas como privadas, hacen un buen trabajo de comunicación con el espectador a través de las distintas herramientas digitales. En el otro extremo, sorprende que algunos espacios destacados de la escena andaluza, como el Teatro Lope de Vega de Sevilla no cuenten siquiera con una cuenta en twitter.
Pero no solo de twitter vive el hombre. El bloguero no es una especie en extinción. Probablemente si eres un fanático de los musicales, ya conoces el blog de Ángel de Quinta, Stagedoor(angel-stagedoor.blogspot.com).
En definitiva, las redes sociales han llegado a la escena andaluza para quedarse. Quizás ha llegado la hora de abrir el debate de si tiene sentido seguir diciendo en nuestros teatros: “La representación va a comenzar. Por favor, apaguen sus dispositivos móviles”.