Sicilia es, sin duda, un destino de moda. Los blogs de viajes están llenos de referencias a Palermo, su capital, o los templos griegos del sur de la Isla. Yo te propongo una escapada para un fin de semana largo por cuatro ciudades de su costa oriental: Catania, Taormina, Siracusa y Noto. También te sugeriré algunas playas donde relajarte y algunos pueblitos alrededor de estas ciudades en los que perderte.
Catania, una capital joven con mucho futuro
Fue nuestro campamento base desde el que exploramos toda la costa. Encontramos un apartamento muy cómodo y bastante bien de precio en pleno centro de la ciudad, el Palazzo Scammacca. Además de ser un lugar con mucho encanto, la posibilidad de aparcar nuestro coche del alquiler en el patio de entrada nos terminó de convencer. En nuestro caso aprovechamos que el aeropuerto de Catania tiene un vuelo directo con Sevilla barato y disfrutamos de un puente de cuatro días muy aprovechado.
Catania es una ciudad manejable y a la que se nota que todavía no han llegado las hordas de turistas. Nos sorprendió mucho que al ser una ciudad universitaria tenía bastante ambiente nocturno. Los restaurantes abren hasta tarde y hay varias plazas muy agradables donde tomar una copa en una terraza.
¿Qué ver en Catania? Nuestra primera imagen de la ciudad fue el Mercado de Pescado de Catania y tenemos que confesar que fue toda una experiencia. Los olores, los colores, la luz, la gente son todo un espectáculo para los sentidos. Algunos puestos están en el interior de la antigua muralla de la ciudad y otros se reparten por la plaza que hay delante bajo un cielo de paraguas de colores. Te recomendamos que vayas a primera hora para verlo e incluso puedes regresar a la hora del aperitivo para probar el producto local: mejillones, sardinas fritas y buñuelos de pescado.


A dos pasos del mercado está la Piazza del Duomo, la más fotografiada de la ciudad. La entrada a la Catedral es gratuita y vale la pena. Su inmensa fachada da paso a un interior muy barroco. También se pueden ver en el interior las ruinas de las antiguas termas romanas. Frente al Duomo y presidiendo la plaza la fuente del Elefante, todo un símbolo de la ciudad. Junto a esta plaza está la Piazza de la Universitá de la que parte la Via Etnea, la calle más comercial que ofrece una perspectiva impresionante del volcán, perfectamente visible desde Catania.



Otros lugares que no te puedes perder son la Via Crociferi, una pequeña calle en la que se concentran algunas de las fachadas de iglesias más monumentales de la ciudad. Muy cerquita de ella el Teatro Grecorromano al que se accede pagando entrada desde la Via de Vittorio Emanuele. Al impresionante Castillo Ursino también merece la pena que te acerques. También nos encantó un enorme edificio de la Universidad de Catania que fue el antiguo convento de San Nicolo L´Arena. La inmensa iglesia expone las estructuras que procesionan durante la festividad de la patrona, Santa Agata, y los claustros del edificio anexo, hoy Facultad de Humanidades, merecen un paseo.


¿Dónde comer? Catania tiene una amplísima oferta gastronómica, con locales con encanto, producto de calidad y precios bastante asequibles. Nosotros probamos tres sitios distintos y recomiendo los tres. Quizás el más auténtico y con público muy local fue la Quartara, las pizzas más ricas que probamos en el viaje. La Pentolaccia tiene una terraza en una placita muy agradable que se encuentra en una calleja tras el local principal. Tenía pasta de mucha calidad a un precio bastante asequible. En las inmediaciones del Castello Ursino nos habían recomendado el Ristorante Da Antonio pero no había sitio así que de casualidad terminamos en Dai Pazzi. Aunque el sitio tenía pinta de ser muy turístico nos sorprendió la calidad y buen precio.
Playa en Catania. Fuimos en pleno mes de junio y después del turisteo apetecía refrescarse un poco. A pocos kilómetros de Catania hay muchos «Lidos», es decir, playas de pago. Como nos gusta la aventura y las playas con chiringuito y hamaca no nos atraen nada buscamos algo un poco más salvaje. A 15 minutos de Catania y con unas vistas increíbles del Etna encontramos esta estupenda playa.


Al sur de Catania: Siracusa, Noto y Marzamemi
Las ciudades al sur de Catania te ofrecen uno o dos días de excursiones. Nosotros visitamos esas tres localidades y regresamos otro día para disfrutar de las playas de la Reserva Natural de Vendicari.
Siracusa es una de las ciudades más famosas de la Antigüedad, la cuna de Arquímedes. Está a menos de 1 hora en coche de Catania. También hay trenes directos entre ambas ciudades. La mayor parte de los puntos interesantes de la ciudad están en la Isla de Ortigia, unida por un par de puentes a la ciudad moderna. Antes de entrar en la isla dejamos el coche junto a la Basílica de Santa Lucia un espectacular complejo formado por la iglesia donde se custodia la pintura de Santa Lucia de Caravaggio y el templo octogonal que acoge la tumba de la santa patrona de la ciudad. Dando un paseíto llegamos a la Isla de Ortigia y nos fuimos encontrando con los principales puntos de interés: las ruinas del Templo de Apolo, la Fuente de Diana, la antigua Judería o la espectacular Catedral de Siracusa a la que, sin duda, vale la pena entrar para ver el contraste de su impresionante fachada barroca con la sobria arquitectura del interior que integra las columnas del antiguo templo griego dedicado a Minerva. Aunque Siracusa es una ciudad que no te puedes perder, en contraste con la tranquilidad de Catania la vimos atestada de turistas y nos agobió un poco. Por ello decidimos continuar a Noto.





Noto fue una de las mayores sorpresas del viaje. Probablemente la ciudad más monumental que vimos en esta zona de Sicilia. Un terremoto a finales del siglo XVII arrasó con la ciudad preexistente que fue reedificada siguiendo un espectacular plan escenográfico a base de barrocas fachadas de iglesias y palacios. Parece irreal, es como un decorado que te traslada a siglos pasados. Los puntos más interesantes están en torno al Corso Vittorio Emanuele entre la Fontana d´Ercole y la piazza del Duomo. La más imponente escenografía es esta plaza en la que se enfrentan el poder político (Palazzo Ducezio) y el religioso (con il Duomo o Catedral sobre la escalinata). Existe una entrada combinada que te permite visitar el interior del Ayuntamiento (Palazzo Ducezio) y el Teatro Comunale. Te recomiendo perderte por las callejuelas detrás de la Catedral para descubrir algunos grafitis e intervenciones artísticas que te dejarán con la boca abierta.





Por último, en esta zona visitamos el pueblecito marinero de Marzamemi, que está 25 minutos al sur de Noto. Es un antiguo pueblo de pescadores que ha reconvertido las antiguas naves del puerto en restaurantes y tiendas. El pueblo tiene un punto turístico grande y lo demuestra el macroaparcamiento que hay a la entrada y en el que es obligatorio aparcar. Pero la verdad es que un paseito al atardecer por este pueblo muy «instagramer» es algo que no te puedes perder si estás por la zona.

¿Dónde comer? Llegamos bastante tarde a Noto y la Rosticceria Palermitana nos salvó la vida. Aunque tiene el aspecto de un local de comida rápida los distintos tipos de arancini que cocinan (esas croquetas rellenas de arroz que son una perdición) son muy auténticas y baratas.
Playas cerca de Noto. Las mejores playas del viaje las disfrutamos en esta zona. Las Playas de la Reserva Natural de Vendicari están dentro de un parque natural por lo que hay que pagar una entrada simbólica de unos 3 euros y además hay que dejar el coche en un parking de pago (unos 4 euros). El esfuerzo vale la pena porque las playas son espectaculares. Nosotros estuvimos en dos de ellas: Calamosche, una espectacular cala a la que se llega tras caminar unos 30 minutos desde el parking y Eloro, que fue nuestra favorita por su tranquilidad y belleza, esta a solo 5 minutos del aparcamiento. Junto a Eloro también está la playa naturista de Marianelli que está conectada por la orilla con Eloro aunque curiosamente es menos tranquila. Os recomendamos si vais a estas playas llevar comida y bebida porque al estar dentro de un parque natural no hay chiringuitos ni sitios donde comprar nada.



Una escapada al norte de Catania: Taormina
A menos de 1 hora de coche de Catania está Taorimina a la que también se puede llegar en tren con un viaje de hora y media. Es una ciudad muy turística, pero vale muchísimo la pena visitarla. Aparcar gratis en ella es imposible. Nosotros aparcamos en el parking Lumbi y tomamos el autobus gratuito que sube a la ciudad monumental. Lo que no te puedes perder es el espectacular Teatro Greco que tiene como fondo de escenario uno de los paisajes más impresionantes de la isla. La entrada vale 10 euros. Después de esta visita obligada solo tienes que dejar llevar tus pasos por el Corso Umberto y te irás encontrando los principales monumentos. Nos gustó el Odeón, un espacio para la música en la Antigüedad que nos pareció una miniatura del Teatro Antico. La Piazza del IX de Aprile no solo ofrece unas espectaculares vistas desde el balcón sino que también acoge una antigua capilla convertida ahora en biblioteca y una coqueta iglesia de San Giusseppe. Continuando el paseo bajo la torre del Reloj se llega a la Plaza de la Catedral, cuya entrada es gratuita. Alejándote un poco de la calle principal está la Villa Comunale un espectacular jardín botánico construido por una británica exiliada en Sicilia que ofrece unas impresionantes vistas de la costa. Además tuvimos la suerte de visitar Taormina durante la fiesta del Corpus Christi pudiendo ver las coloridas alfombras florales con las que se decoró todo.





¿Dónde comer? Al principio no estábamos muy convencidos de comer en Taormina porque todo parecía caro y muy turístico. Pero descubrimos la Cisterna del Moro y probamos buena pasta a un precio más que razonable. La terraza y sus vistas eran también muy agradables.
En definitiva, Sicilia está llena de posibilidades para explorar, relajarse y disfrutar de la gastronomía. Un destino más que recomendable para tu próxima escapada.