La Biblia les dedica apenas tres versículos en los que no se menciona que fueran reyes, ni sus nombres, ni siquiera que fueran tres. Sin embargo, en torno a los Reyes Magos han surgido numerosas historias, leyendas y curiosidades que recordamos en estos últimos días de la Navidad.
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Evangelio de Mateo (2, 11), versión Reina-Valera, 1960
Ni rastro de Melchor, Gaspar ni Baltasar. Ninguna mención a que fueran reyes. Ni siquiera se dice que sean tres, solo lo deducimos porque hay tres regalos. Los presentes son significativos. El oro es el símbolo de la realeza. El incienso se le ofrece a los Dioses. Y la mirra es un embalsamador para cadáveres, una premonición de la Pasión y muerte de Jesús.
El resto de la Historia es leyenda… Incluso hay controversia con el origen de los sabios. Siempre les hemos llamado Reyes Magos de Oriente, pero el expapa Benedicto XVI afirma en su libro la Infancia de Jesús que podían provenir del mítico Reino de Tartessos, situado en Andalucía. ¡Tres Reyes Magos andaluces!
Los tres Reyes Magos podrían representar cada uno de los continentes conocidos en la época de Jesús: Europa, Asia y África. Sin embargo, no fue hasta prácticamente el siglo XV cuando se comienza a representar a Baltasar como un hombre negro.
Pero, ¿qué pasó con los tres Reyes Magos después de su encuentro con Jesús? Se dice que tras la muerte de Cristo se convirtieron al cristianismo e incluso llegaron a ser obispos. Por ello fueron perseguidos y asesinados, siendo dispuestos en la misma tumba. La Catedral de Colonia conserva hoy un sarcófago con los restos de Melchor, Gaspar y Baltasar.
AdrianYanez.es 
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