La ciudad portuguesa es una de esas que enamoran. Cuando visitas Oporto en realidad estás visitando dos ciudades diferentes, puesto que con sólo atravesar uno de sus puentes cruzas a otro municipio, Vila Nova de Gaia, famoso por las bodegas de vino de Oporto. Y es que cuando en Portugal se dice porto, no se sabe si uno se está refiriendo a la ciudad, al vino o al puerto, el auténtico centro de todo, que hizo llegar la riqueza a una ciudad entre colinas, a escasos kilómetros de la desembocadura del Duero en el Oceano Atlántico.
Aunque es difícil elegir, te muestro cuáles son las 10 razones que me hicieron caer a los pies de la capital del Douro.
1.La cerámica. Al igual que ocurre con Lisboa, su hermana pequeña, Oporto, es una ciudad llena de azulejos azules y blancos, todo un símbolo de la arquitectura portuguesa. Es fascinante ver cómo recubren las fachadas de iglesias, palacios, viviendas o incluso de la estación de tren. Si tengo que escoger los más espectaculares me quedo con los de la iglesia del Carmen o la estación de San Benito. Si no te quieres perder ninguno te recomiendo la ruta de los azulejos que nos propone el Blog de los Viajes de Claudia.
2.La Librería más bonita del mundo… aunque también la más masificada. La Libería Lello, fundada en 1869, se ha convertido en todo un símbolo para la ciudad por su impresionante arquitectura de cuento de hadas. Pero si pretendes hacer una foto en la que no salga nadie lo vas a tener difícil. Es uno de los monumentos más visitados y siempre está atestada, aunque vale mucho la pena. La entrada cuesta 4 euros que te devuelven si compras un libro.
3.La Sé de Oporto, es decir, su Catedral,no es que sea una de las más espectaculares de Europa. Es un edificio sobrio y austero, con aspecto de fortaleza. Pero está situado en el punto más alto de la ciudad y las vistas desde sus terrazas exteriores son espectaculares. Te recomiendo además que bajes dando un paseo desde la Catedral a Ribeira. Las estrechas y empinadas calles de este barrio te enamorarán.
4.Sus miradores. Hay que aprovechar todos los puntos altos de la ciudad para disfrutar de las vistas, tanto del lado de Oporto como de Vilanova de Gaia. Probablemente la visita más espectacular, a pesar del aspecto descuidado de su entorno sea la del Mirador de Victoria, no muy lejos de la Torre de los Clérigos, que te permitirá una vista en 360º. Del lado de Vila Nova mi vista favorita es desde el Mirador da Serra do Pilar, junto al puente de Luis I.
5.Y es que los Puentes son otras de las razones que te harán enamorarte de Oporto. El más famoso es el de Luis I, emblema de la ciudad desde que fuera inaugurado a finales del XIX para unir Oporto y su ciudad vecina, Vila Nova de Gaia. Tiene casi 45 metros de altura en su calzada superior, por la que pasa el tranvía. Por la inferior hay circulación peatonal y de vehículos. Las visitas desde arriba son impresionantes. Si quieres conocer los otros puentes de la ciudad te recomiendo un crucero por el Duero. Hay muchas empresas que ofrecen este servicio y los tours suelen tener salida desde Ribeira. Duran menos de una hora y cuesta unos 15 euros.
6.Sus medios de transporte con encanto. Además del crucero por el Duero o los barcos tradicionales que te cruzan de uno a otro lado del río, te recomiendo tomar el histórico tranvía «eléctrico»» nº1 de Oporto que te lleva desde la espectacular iglesia de San Francisco hasta la desembocadura del Duero en el Océano Atlántico. Si no tienes vértigo el Teleférico de Gaia te sube desde Vila Nova al inicio del puente de Luis I. Además de ahorrarte una caminata,las vistas en el trayecto son espectaculares. Con la entrada está incluida una copa en una bodega.
7.Las bodegas de Vila Nova son una parada obligatoria. El vino de Oporto ha hecho famosa a la ciudad en todo el mundo. Son muchas las opciones, pero quizás Sandeman sea la más simbólica.
8. El Palacio de la Bolsa es para mi el edificio más espectacular de la ciudad. Fue la sede de la asociación de comerciantes de la ciudad que debían mostrar su poderío económico a través de una arquitectura monumental que refleja lo refinado de su cultura urbana. La sala Árabe se inspira en la arquitectura nazarí de Granada.
9.Fundación Serralves es uno de esos espacios que se salen de los circuitos turísticos pero que vale la pena visitar, aunque esté un poco alejado del centro. El conde de Vizela mandó construir la impresionante casa en estilo Art Decó en torno a la cual se levantan los enormes jardines. Toda una apuesta por la modernidad a principios del siglo XX. El famoso arquitecto portugués Álvaro Siza construyó en la propiedad el Museo de Arte Contemporáneo que acoge interesantes muestras.
10.La Casa de la Música es el símbolo del Oporto más moderno. Obra del arquitecto holandés Rem Koolhaas lo hizo en 2001 para celebrar el papel de la ciudad como Capital Europea de la Cultura. Ese mismo año Oporto compartió el título con Rotterdam y Paises Bajos y Portugal intercambiaron a sus arquitectos. El barrio alrededor del auditorio, el de Boavista, es también muy interesante y se está convirtiendo a una de las zonas de referencia de la ciudad.