La puerta más cofrade de la Catedral de Sevilla es, sin duda, la de San Miguel o del Nacimiento. Por ella acceden al templo catedralicio todas las hermandades que realizan su estación de penitencia. Es la más antigua de la Catedral y sus esculturas representan el Nacimiento de Jesús. Lo que no saben muchas personas es que otros pequeños detalles nos hablan hasta de cuatro tipos de nacimiento diferentes.

Durante más de 150 años el edificio de la antigua mezquita musulmana de Sevilla había sido utilizado como catedral cristiana de la ciudad. Es a principios del siglo XV cuando se decide destruir el antiguo edificio musulmán para construir una catedral gótica. Lo primero que se construye de este nuevo edificio es la puerta más alejada del Altar Mayor. A la hora de decidir qué tema van a representar las esculturas que lo decoren el escultor lo tiene claro: el Nacimiento. Es el nacimiento de un edificio, el nacimiento de la Catedral de Sevilla.
Las esculturas de la Portada del Nacimiento fueron realizadas por el escultor bretón Lorenzo Mercadante de Bretaña. Un relieve escultórico sobre la puerta representa el Nacimiento de Jesús, en el que no falta ni la mula ni el buey. Debajo de esta escena, a ambos lados de la puerta, nos encontramos a los cuatro evangelistas que, pluma en mano, están describiendo la escena del Nacimiento.
Las presencia de dos esculturas situadas en el exterior de la portada son más misteriosas. En el lado derecho un personaje con una corona y un hacha en su mano. Se trata de San Hermenegildo, el rey que al convertirse al catolicismo es decapitado por su padre, de confesión arriana. Es, por tanto, el primer rey Católico de Sevilla. A la izquierda un obispo con mitra. Es San Laureano, el primer arzobispo católico de Sevilla. El primer rey y el primer obispo católico. Se trata de otra representación del nacimiento, en este caso del nacimiento del catolicismo en la ciudad.

La cuarta representación del nacimiento que nos muestra este lugar no hay que buscarla en la puerta, sino en el suelo que hay frente a ella. En la solería de la Avenida de la Constitución podemos ver una concha compostelana que indica que la Via de la Plata comienza precisamente en ese lugar. Este camino comienza en la Catedral de Sevilla y termina en la Catedral de Santiago.

Es por eso que decimos que la portada del Nacimiento de Sevilla debería llamarse de los cuatro Nacimientos: el de Jesús (representado en el tímpano central) el del propio edificio (al ser su parte más antigua) el del catolicismo sevillano (representado por las esculturas del primer rey y del primer obispo católicos) y el nacimiento de un camino que une Sevilla con Compostela.
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