Fernando III el Santo, marketing y propaganda en el Barroco

Esta semana Sevilla celebra la fiesta de su santo patrón. Fernando III de Castilla fue un sevillano de adopción. Conquistó la ciudad cuando había superado la cuarentena y se enamoró tanto de ella que ya no la quiso abandonar más. Lo de ser santo le vino casi 400 años después de su muerte. Su canonización fue el fruto de una compleja operación política de la Iglesia Católica y la Monarquía española. 

Cuenta la leyenda que Fernando entró por primera vez a Sevilla de incógnito por la Puerta de la Carne. Fue un flechazo. Cuando el monarca regresó a su campamento, desde el que asediaba a los musulmanes, dio la orden de acelerar la conquista. Todavía hoy las calles del barrio de San Bernardo recuerdan el lugar donde Fernando III tenía instalada su tienda de campaña: Campamento, Santo Rey, Tentudía o Cofia son solo algunos de los nombres de esta zona de Sevilla.

Fernando III de Castilla no fue nombrado santo hasta 400 años después de su muerte. ¿A qué vino acordarse de él tan tarde? Con su canonización la Iglesia Católica quería lanzar un mensaje. De igual manera que los monarcas católicos lucharon en el pasado contra los musulmanes, lo harían en el presente contra el protestantismo que se extendía por Europa.

A la monarquía española esta canonización también le venía bien. Esto de la «marca España» ya se inventó en pleno barroco. Los Reyes de Francia ya tenían un antepasado santo, San Luis de los Franceses. Así que la dinastía española quería a toda costa ligar su árbol genealógico al santoral. Sevilla se vio beneficiada de esta operación política y acogió al rey que arrebató la ciudad a los musulmanes en 1248 como a su santo patrón.

Los artistas sevillanos recibieron entonces el encargo de representar al monarca castellano en esculturas y pinturas. Nadie tenía ni la más mínima idea de cómo eran los rasgos físicos de Fernando III o cual era su manera de vestir. El pintor Bartolomé Esteban Murillo o  el escultor Pedro Roldán fueron los encargados de hacer las primeras imágenes del santo. Como no sabía cómo vestían los reyes en pleno siglo XIII representaron a San Fernando como un rey del siglo XVII. Para entender este anacronismo, es como si hoy en día un artista representara a Fernando III con vaqueros y camiseta. 

El día 30 de mayo celebra la fiesta de su patrón. Ese día es uno de los cuatro al año en el que se expone su cuerpo incorrupto en la Capilla Real de la Catedral. Y es que, 800 años después de su muerte, su imagen sigue teniendo tirón.

Publicado por Adrián Yánez

Gestor cultural y periodista. Desarrollo proyectos culturales y de comunicación. Sevilla. Andalucía.

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