Hasta ahora el Día del Libro en Sevilla había pasado sin pena ni gloria. Es habitual que el 23 de abril, de cuyo origen histórico como Día Internacional del Libro te hablé en este post, coincida con Semana Santa y Feria, así que la Feria del Libro de la capital se ha celebrado siempre en el mes de mayo. Por esta razón, mientras otras capitales contaban con numerosos actos en esta efeméride, Sevilla pasaba de puntillas por ella.
Lo que ayer vivió la ciudad debería convertirse en un ejemplo para años venideros y también para repetirlo al menos con cierta asiduidad. #CalleCultura congregó a gran cantidad de público en el eje Encarnación-Campana para disfrutar de un espacio temporalmente peatonal y llenar la calzada de actividades culturales. En los escasos metros que separan el espacio Metropol Parasol de la Plaza del Duque sevillanos y turistas pudieron disfrutar de espectáculos infantiles, un concierto de la Orquesta Barroca, el zoco de libros, un concierto de piano o un espectáculo circense.
Las actividades coincidieron también con el primer día de vida de La Caótica, la nueva librería-cafetería que toma el testigo de la desaparecida Extravagante esta vez en un local de cuatro plantas en la Callle José Gestoso.
La jornada de ayer fue un ejemplo de lo que los modelos híbridos de colaboración entre lo público y lo privado pueden conseguir, algo muy similar a lo que la ciudad vive cada año con la Noche en Blanco, una iniciativa impulsada por una asociación civil, sevillasemueve, y en el que las administraciones participan como colaboradores. El sector público está aprendiendo, poco a poco y no sin ciertas dificultades, a aprovechar el esfuerzo del tercer sector y facilitarles las cosas en vez de poner palos a las ruedas, como se había hecho tradicionalmente.
En definitiva, Sevilla necesita más iniciativas como #CalleCultura, eventos donde el verdadero protagonista sea el público de todas las edades y que demuestren que Sevilla puede ofrecer muchas más cosas que los tan manidos estereotipos.